aquí todos te llaman la niña, debe ser por tu cara de colegiala y ese pelo largo que las enfermeras trenzan. le pidieron permiso a ernesto para cortártelo, es muy engorroso mantenerlo limpio y desenredado, pero aún no lo han hecho, les da lástima, lo consideran tu mejor atributo de belleza porque aún no han visto tus ojos abiertos. creo que están un poco enamoradas de tu marido, les conmueve tanto amor; lo ven inclinado sobre tu cama hablándote en susurros, como si pudieras oírlo, y quisieran ser amadas así. ernesto se quita el chaleco y te lo pasa por las manos inertes, toca, paula soy yo, dice, es el chaleco que prefieres ¿lo reconoces? ha grabado mensajes secretos y te los deja puestos con audífonos, para que escuches su voz cuando estás sola; lleva un algodón impregnado en su colonia y lo coloca bajo tu almohada, para que su olor te acompañe. a las mujeres de nuestra familia el amor les llega como un vendaval, así le pasó a mi madre con el tío ramón, a ti con ernesto, a mi con willie y supongo que les sucederá igual a las nietas y bisnietas que vendrán. un día de año nuevo, cuando ya estaba viviendo con willie en california, te llamé por teléfono para darte un abrazo a la distancia, comentar el año viejo y preguntarte cuál era tu deseo para ese 1988 que comenzaba. quiero un compañero, un amor como el que tú tienes ahora, me contestaste al punto. habían pasado apenas cuarenta y ocho horas cuando me devolviste la llamada eufórica.

 -¡ya lo tengo, mamá! ¡anoche conocí en una fiesta al hombre con quien me voy a casar!- y me contaste atropelladamente que desde el primer instante fue como una hoguera, se miraron, se reconocieron y tuvieron la certeza de ser el uno para el otro.
-no seas cursi, paula. ¿cómo puedes estar tan segura?
-porque me dieron náuseas y tuve que irme. por suerte él salió detrás de mi...

  una madre normal te hubiera advertido contra tales pasiones, pero yo no tengo autoridad moral para dar consejos de temperanza, de modo que siguió una de nuestras conversaciones típicas.

-formidable, paula. ¿vas a vivir con él?
-primero debo terminar mis estudios.
-¿piensas seguir estudiando?
-¡no puedo dejar todo tirado!
-bueno, si se trata del hombre de tu vida...
-calma, vieja, acabo de conocerlo.
-yo también acabo de conocer a willie y ya ves donde estoy. la vida es corta, hija.
-es más corta tu edad que a la mía. está bien, no haré el doctorado, pero al menos terminaré la maestría.

    y así fue. concluiste tus estudios con honores y después partiste a vivir con ernesto en madrid, donde los dos encontraron empleo, él como ingeniero electrónico y tú como psicóloga voluntaria en un colegio, y poco después se casaron. en el primer aniversario de matrimonio tú estabas en coma y tu marido te llevó de regalo un cuento de amor que te susurró al oído arrodillado junto a ti, mientras las enfermeras observaban conmovidas (...) 
leído en 'paula' escrito por isabel allende,
 la noche taciturna del 1ero de abril del 2015.
p.69


[NOTA]

no siempre es a causa de andar dando tumbos (vivirlos, es decir, sentirlos y padecerlos aunque no tenga moretones visibles) pasa que leo buscando un no sé qué para ayudarme a comprender aquellas no-se-qué-dades que me drenan. 
en estas semanas he tenido dos chispazos, que algo de clic hicieron porque ando menos planta y más persona. entre mastering the art of quitting the paradox of choice se colocó algo que sospecho que tiene que ver con la relación entre la 'felicidad' y la percepción de control sobre la vida de una. 

similar a marjane satrapi (persepolis), es el trancazo de la pérdida del amor el zopetón más grande y doloroso que me ha dejado con esta persona que no reconozco. a diferencia de titi marjane, he estado en este ciclo de "parecemos pero recuerda que NO lo somos" por 5 años... así que el duelo no se ha dado. simplemente mi esperanza -claro, junto a mi fuerza por reconocerle como el compañero con quien quiero seguir disfrutando y aprendiendo mi y la vida- me llevaron constantemente a reconocer que hay modos míos que pudieran mejorar nuestra 'no relación'. 
mi necesidad de nombrarla, por ejemplo, de conocer sus contornos para poder construir presente y futuro juntos, me lo reproché. muchas veces pensé que sería mi ego y por ello, era algo con lo que tenía que lidiar porque era una ilusión eso de necesitar nombrar. así, sucedió con muchas otras... cosillas... que consideré que eran cosas mías con las que tenía que lidiar. hoy me siento triste. sé que reprimir la chispa -esa que bailotea, brilla y contagia alegría- para no salir a encontrarle no es lo que quiero. lo que quiero es conversar con él. específicamente que sea él quien nombre si desea ser mi compañero y viceversa. quizá si tiene miedo de no poder llegar a hacerse ese alguien que querría ser. 

es muy curioso, esa vida en compañía -en mi realidad- tiene ciertas características pintorescas que vienen con cierto cataclismo debido a quienes se les ocurrió decir "ustedes extranjeros no pueden quedarse salvo si... y sólo si...". pero ¿qué no, si dos personas se aman y desean estar juntas... no debería ser esto un 'ya veremos cómo lo logramos' versus algo que defina que NO debe de arriesgarse todo porque 'terminaría'? (sea todo... aquel todo que cada cual pudiera definir).

me agotó dejarlo todo constantemente para apoyarle. nah, eso no me agotó... al contrario, no importaba si era despertarme a las 2am para prepararnos algo que nos diera fuerza para bajar del yunque o toro negro o donde sea que nos fuéramos a meter, parecía que estar cerca de él... sentir que algo bonito se iba formando, me daba energía de sobra. 
lo que me marchitó fue la negación en dosis impredecibles que me ponían en mi lugar borroso. ese de "te quiero por las noches cuando el día se va y con éste, otra oportunidad perdida para estar con la persona que me hace sentir lo que tú por mi". no hubo un cuidado de ninguno de los dos por curar el corte cuando pasó por vez primera y sí hubo varias punzadas más que me han dejado con esto que duele y no sé como aliviarlo.

no quiero continuar sintiendo que a lo mejor soy yo con mi problema lingüístico y carácter fuerte, menos quiero este sentimiento de ser la opción de "resuelve en lo que" pero definitivamente me duele que alguien más pase por lo que paso. 
de nuevo, si está (ironías geográficas) en otro país, si es que está comprometida o se canceló el compromiso, si tiene amistades con filosofías de vida que te desesperan, o cual sea lo que ponga una mueca... es una pequeñez (igual que mi término de 'compartir la vida' venga con fecha de expiración impresa en un papel tamaño carta). si dos personas sienten que quieren compartir su vida juntos... ¿por qué no? y yo aquí digo con permiso, déjenme les echo porras y continúo por otro camino. mis tristezas las he tenido que atender sola y para ello necesito ese otro andar. lo siento, tenemos que escoger.

esa chispita impregnada de esperanza me dice que estoy siendo orgullosa y que si le quiero como lo siento, que le quiera como es; con su ambivalencia, con su amor no correspondido, con esa terquedad a veces absurda. 
hmm, sabes... creo que estos 5 años han sido exactamente eso, chispita. comienzo a aprender que esto no funciona así, también eso se tiene que hablar/nombrar. alguien te lo tiene que pedir. no puedes llegar e instalarte en la vida de alguien sin que ese alguien te haya pedido que lo estés. (salvo elizabeth costello pero ambas sabemos que es un personaje ficticio en la obra de coetzee). a nosotras nadie nos ha dicho: 'quédate aquí, conmigo... con nosotros'.

me siento cabronamente helpless. [aquí entra lo del efecto de falta de control y en el bienestar personal] me siento como los pobres perros que, después de que les dejaron de aplicar los correntazos eléctricos, no podían dirigirse a la puerta de la jaula después de haber intentado los tres lados y haber obtenido esos estímulos negativos en cada intento aún cuando ya no estaban siendo estimulados. simplemente se sentían desamparados. así me siento.
tienes mucha energía chispita, por un lado quieres correr en búsqueda del amor que se nos puede estar muriendo por orgullosa y por otro me animas a recordarme que ya no hay corrientazos eléctricos. que es una percepción. que me levante y vaya hacia la puerta. que esta realidad geográfica-política está repleta de miedos y que no se puede perder algo que no se ha tenido así que no tenga miedo en defender y construir mi porvenir en donde sea que quiera, que además d., j. y la tribu estarán siempre allí. sobre todo d. para no preguntarte y cuidarte como siempre lo ha hecho. 
es como si apostaras a todo lo que pudiera levantarme. sabes que el amor es majestuoso y sospecho que por eso eres media sorda y bizca --- o quizá sea que te haces media sorda y bizca por ello. como sea, admiro tu tenacidad, chispita. basta de reproches de que él no tuvo miramientos... cuidado contigo como los sentiste que tuviste hacia él. esto es parte de lo maravilloso de vivir... se aprende a saber dejar fluir.

vamos a cuidarnos mejor, ¿te parece? te quiero mucho. gracias por acompañarme en estos años.

s.