enero '15
¡y despedimos el año en vieques!
el receso de invierno trajo a la isla a dos seres queridos que viajaron desde detroit, liz & alex.
el receso de invierno trajo a la isla a dos seres queridos que viajaron desde detroit, liz & alex.
aprovechando el entusiasmo aventurero de ellos, y mi nerviosismo ante los fuegos artificiales propios de escucharse en la noche de fin de año (salvo puerto rico, por supuesto. aquí octubre es el nuevo diciembre), decidimos aprovechar la oportunidad para visitar la bahía mosquito en vieques (¡yey!).
vieques (pequeña isla en taíno) queda un tanto al sureste de puerto rico, no es grande (135km cuadrados), geográficamente vestida de mucho verde, azules turquesa, olas estruendosas, pendientes... ¡cuestas! y, dinoflagelos que convierten una kayakeada nocturna, de por sí maravillosa, en un espectáculo increíble en la bahía bioluminiscente. es accesible vía ferry desde fajardo o mediante avioneta y una vez allí prepárense para una experiencia particular en el transporte público. los mini buses, pragmáticamente llamados 'públicos' no recorren rutas específicas sino que operan de modo muy... aleatorio: dependiendo de quien les llame solicitando servicio y de quienes les detengan por el camino.
el viaje en ferry ($4dls ida y vuelta) no fue complicado ni cansado... un poco mareador pero pasa por experiencia agradable (salvo de noche si es de marearse fácilmente, como yo, evítese las náuseas y el dolor de cabeza tomando cualquier viaje menos el último de las 6:30pm. no no NO)
afortunadamente alex nos consiguió un hostal por $25 la noche :-D. hasta esa noche, sólo conocía de hostales gracias a televisión española así que estaba requete-emocionada con la experiencia.
nos hemos quedado en 'the traveler's world hostel' que queda a unos 5min caminando y dos cuestas que se sienten como 15min.
como primera experiencia me pareció fascinante y afortunada de haber parado a visitar al señor yeti unas horas antes de salir en el ferry. como buen aventurero de corazón, en cuanto me escuchó decirle que nos quedaríamos en un hostel, me jaló dentro de su casa por los esenciales: un impermeable (por si llovía y para colocarlo de cobertor de cama), una manta para sleeping bag (me sabe friolenta) y unas lucecitas de emergencia (también me conoce distraída; dada a extraviarme)... ¿el veredicto? el impermeable quedó perfecto para, efectivamente, ponerlo entre yo y el colchón, la habitación compartida no tenía a.c. así que no sufrí frío y, aunque me perdí en la bahía, uno de los guías se había mantenido lo suficientemente cerca para silbarnos y acercarnos a los demás así que no hubo necesidad de hacer señales de auxilio ni nada semejante :-)
el recorrido en la bahía bioluminicente (bahía mosquito) comenzó con mi corazón haciendo ¡tun-tún, tún tún! no sabíamos qué esperar. debido a que esa noche teníamos a la luna asomándose, sospechábamos que nuestra experiencia sería algo limitada.
cada remada, miraba y remiraba el agua en búsqueda de los maravillosos dinoflagelados pero no veía algo fuera del reflejo de la luna. a 10min de remar comencé a notar que el remo, en cada sumergida, dejaba un rastro verdoso fluorescente y ahí que empiezo a sentir la emoción que cualquier infante tiene al descubrir algo increíble por ser fuera de su habitual rutina.
mientras más adentro de la bahía remábamos, el brillo que producíamos con el contacto de los dinoflagelados se tornba más intenso. en los ratos suertudos en los que el cielo se nublaba, cuando sumergía mi mano, ésta era rodeada por puntitos verdosos brillantes que por más que intenté capturar con mi pentax no más no se pudo. mejor, así se mantiene como uno de mis momentos extraordinarios.
definitivamente, mi inicio de año (libre de ruidos de los explosivos seguido con la linda variante de pasarlo acompañada y sazonado con una tertulia excitante) tuvo un buen preámbulo, ya veremos en 9 meses cuando comienza mi celebración anual de comienzo de un nuevo ciclo (28 vueltas al sol... uy).
nos hemos quedado en 'the traveler's world hostel' que queda a unos 5min caminando y dos cuestas que se sienten como 15min.
como primera experiencia me pareció fascinante y afortunada de haber parado a visitar al señor yeti unas horas antes de salir en el ferry. como buen aventurero de corazón, en cuanto me escuchó decirle que nos quedaríamos en un hostel, me jaló dentro de su casa por los esenciales: un impermeable (por si llovía y para colocarlo de cobertor de cama), una manta para sleeping bag (me sabe friolenta) y unas lucecitas de emergencia (también me conoce distraída; dada a extraviarme)... ¿el veredicto? el impermeable quedó perfecto para, efectivamente, ponerlo entre yo y el colchón, la habitación compartida no tenía a.c. así que no sufrí frío y, aunque me perdí en la bahía, uno de los guías se había mantenido lo suficientemente cerca para silbarnos y acercarnos a los demás así que no hubo necesidad de hacer señales de auxilio ni nada semejante :-)
el recorrido en la bahía bioluminicente (bahía mosquito) comenzó con mi corazón haciendo ¡tun-tún, tún tún! no sabíamos qué esperar. debido a que esa noche teníamos a la luna asomándose, sospechábamos que nuestra experiencia sería algo limitada.
cada remada, miraba y remiraba el agua en búsqueda de los maravillosos dinoflagelados pero no veía algo fuera del reflejo de la luna. a 10min de remar comencé a notar que el remo, en cada sumergida, dejaba un rastro verdoso fluorescente y ahí que empiezo a sentir la emoción que cualquier infante tiene al descubrir algo increíble por ser fuera de su habitual rutina.
mientras más adentro de la bahía remábamos, el brillo que producíamos con el contacto de los dinoflagelados se tornba más intenso. en los ratos suertudos en los que el cielo se nublaba, cuando sumergía mi mano, ésta era rodeada por puntitos verdosos brillantes que por más que intenté capturar con mi pentax no más no se pudo. mejor, así se mantiene como uno de mis momentos extraordinarios.
definitivamente, mi inicio de año (libre de ruidos de los explosivos seguido con la linda variante de pasarlo acompañada y sazonado con una tertulia excitante) tuvo un buen preámbulo, ya veremos en 9 meses cuando comienza mi celebración anual de comienzo de un nuevo ciclo (28 vueltas al sol... uy).
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I hope that in this year to come, you make mistakes.
Because if you are making mistakes, then you are making new things, trying new things, learning, living, pushing yourself, changing yourself, changing your world. You're doing things you've never done before, and more importantly, you're Doing Something.So that's my wish for you, and all of us, and my wish for myself. Make New Mistakes. Make glorious, amazing mistakes. Make mistakes nobody's ever made before. Don't freeze, don't stop, don't worry that it isn't good enough, or it isn't perfect, whatever it is: art, or love, or work or family or life.Whatever it is you're scared of doing, Do it.Make your mistakes, next year and forever.
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| son adorables :-) |
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| estas greñas matutinas... |
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