«el descontento es la puerta secreta que permite acceder a un cambio significativo y propiciador de vida.
la creatividad no es un movimiento solitatrio. en eso estriba su poder. cualquier cosa que toque , quienquiera que la oiga, la vea o la perciba, lo sabe y se alimenta. es por eso p la contemplación de la palabra, la imagen o la idea creativa de otra persona nos llena y nos inspira en nuestra propia labor creativa.
(...) por esta razón, la capacidad creativa de una mujer es su cualidad más valiosa, pues se ve por fuera y la alimenta por dentro a todos los niveles: psíquico, espiritual, mental, emotivo y económico. la naturaleza salvaje derrama incesantes posibilidades, actúa a modo de canal del parto, confiere fuerza, apaga la sed, sacia nuestra hambre de la profunda vida salvaje.


(...) es justo que las mujeres se esfuercen por salir, se liberen, tomen, hagan, conspiren y afirmen su derecho a regresar a casa. el hogar es un estado de ánimo continuado o una sensación que nos permite exprerimentar sentimientos no necesariamente manifestados en el mundo exterior: asombro, visión, paz, liberación de las preocupaciones, de las exigencias, de los constantes parloteos. 

aunque hay lugares físicos a los que una puede ir para “sentir" su regreso a este hogar especial, el lugar físico propiamente dicho no es el hogar; es tan sólo el vehículo que mece al ego para que se duerma mientras recorremos el resto del caminno solas. los vehículos que utilizan las mujeres para regresar a casa son muchos: la música, el arte el bosque la espuma del mar, el amanecer, la soledad. todos ellos nos conducen al nutritivo mundo interior del hogar que posee sus propias ideas su orden y su sustento.

(...) cualquier cosa que revitalice el equilibrio. eso es el hogar.»
clarissa pinkola estés acerca de la creatividad en “mujeres que corren con los lobos: mitos y cuentos del arquetipo de la mujer salvaje” (2000).

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¿quién escribirá acerca del hombre salvaje?